jueves, 23 de septiembre de 2010

Entonces supieron que los estaba confundiendo, los datos que les daba no existían o eran erròneos. No les quedó otra opciòn que buscar una nueva forma de indagar en esa mujer. Quién era, o, aunque sea, de dónde venía. Empezaron a hacerle preguntas, preguntas capciosas, en las que no pudiera eludir fechas, circunstancias precisas...
Uno pensó en preguntarle a dónde había ido el día de su casamiento, otro, qué le había puesto al chico cuando nació. Otros barajaron algunas posibilidades acerca de su trabajo, su familia, sus placeres ¿los tendría?? No sabían cómo empezar, cómo enunciar las preguntas, cómo hacer para que no pudiera seguir escapando a lo que ellos querían saber.

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